Ousman Umar Boeken

The inspiring true story of one man's treacherous boyhood journey from a rural village in Ghana to the streets of Barcelona--and the path that led him home. Ousman Umar is a shaman's son born in a small village in Ghana. Though his mother died giving birth, he spent a contented childhood working the fields, setting traps in the jungle, and living off the land. Still, as strange and wondrous flying machines crisscrossed the skies overhead, Ousman dreamed of a different life. And so, when he was only twelve years old, he left his village and began what would be a five-year journey to Europe. Every step of the way, as he traveled across the Sahara Desert, through the daunting metropolises of Accra, Tripoli, Benghazi, and Casablanca, and over the Mediterranean Sea aboard a packed migrant dinghy, Ousman was handed off like merchandise by a loose network of smugglers and in the constant, foreboding company of "sinkers" other migrants who found themselves penniless and alone on their way north, unable to continue onward or return home. But on a path rife with violence, exploitation, and racism, Ousman also encountered friendship, generosity, and hope. North to Paradise is a visceral true story about the stark realities of life along the most dangerous migrant route across Africa; it is also a portrait of extraordinary resilience in the face of unimaginable challenges, the beauty of kindness in strangers, and the power of giving back.

A los trece años partí desde la selva de Ghana hacia el País de los Blancos. Tras cinco años, en los que crucé el desierto y después el mar en patera, llegué a Barcelona. No imaginaba que entonces iba a empezar lo peor y, tiempo después, lo mejor. Viví en la jungla de cemento e indiferencia, dormí en la calle, pasé hambre, frío y miedo y me enfrenté al racismo. Pero también viví la feliz acogida de mi familia catalana. Aprendí a leer y escribir, me puse a estudiar y comencé a trabajar. Incluso fui a la universidad. Pero cuanto más sabía, más interrogantes me surgían. ¿Por qué se ha congelado la montaña?, me pregunté al ver la nieve por primera vez. ¿Entonces Dios no creó el mundo en siete días?, me planteé cuando me explicaron la teoría del Big Bang. Cuando iba al supermercado no veía comida, sino una sucesión de objetos de colores vivos alineados, pero ¿dónde se podía coger una cabra? He explorado muchos puntos de vista a lo largo de todo este tiempo: el chamanismo, el cristianismo, el islam y la ciencia. Y he aprendido que, al final, todos los seres humanos somos iguales: no hay nada más importante que el