Cinco prólogos para cinco libros no escritos

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Este libro fue escrito por Nietzsche y se presenta como un objeto tangible, ya que él mismo cosió su primer y único ejemplar, encuadernado en cuero con su título: Cinco prólogos para cinco libros no escritos. Dedicado a Cósima Wagner, fue enviado como regalo y finalmente leído por los Wagner. A diferencia de otros escritos de Nietzsche que nunca se realizaron, este volumen tuvo un lugar en alguna estantería, aunque durante mucho tiempo no figuró en el catálogo de sus obras en bibliotecas, hasta su primera edición en español, un siglo después de su muerte. Su falta de reconocimiento lo relegó a fragmentos dispersos en su vasta obra. Tras la polémica que siguió a El nacimiento de la tragedia, Nietzsche deseaba que sus libros fueran "otra cosa", y este texto parece haber sido destinado a perderse, convirtiéndose en un libro verdaderamente no escrito y, por ende, no leído. Compuesto por los prólogos de cinco libros no escritos, su propósito no fue integrarse con los demás, sino trascender su propia existencia y la de todos los libros. (Isidro Herrera)