La osteointegración de implantes dentales se basa en su morfología y superficie. Los tratamientos superficiales generan rugosidad a nivel microscópico, mejorando la unión hueso-implante. Estudios en modelos animales muestran que las superficies rugosas, especialmente las arenadas tratadas con alúmina, favorecen la osteointegración y biocompatibilidad.
Jesús Moreno Muñoz Volgorde van de boeken

- 2022